Hay una semana de diferencia entre los hechos del 2008 y los del 2009 a estas alturas.
Solo sé que en algún momento de este día caí en cuenta de lo que pasó, y temblé entera.
El domingo por la noche no podía moverme, dolía tanto, nunca antes tuve ataque al colón, pero con un año tan de mierda como el 2008, ¿quién no lo tendría? No había nada que hacer, dolía, no quería pasar, y a penas podía lograr llegar al baño cuando me daban nauseas.
También recuerdo la eterna llamada con René a las 2 am, que fue lo único que logró calmarme, que no sé cómo la voz, las palabras, el estar ahí conmigo, aligeró todo.
De alguna forma volví a dormir, y de a poco pasaba el dolor.
Recuerdo que al día siguiente la Hana vino a verme, que me trajo Gatorade para hidratarme, que me hizo arroz con pollo cocido y yo no quería comer, asi que me obligó. Se quedó conmigo casi todo el día, viendo pelis mientras yo estaba muerta en mi cama.
Al día siguiente todo andaba mejor, y pude ir a la U, pasar donde mi tía, que me hizo mas comidita de enferma, que tampoco me comí. Pero me sentía tan bien comparado a la noche esa.
Y después, me fui a dormir, tranquila y nerviosa, porque entregaríamos el documental y estaba yendo todo tan mal que prefería llenarme de buenas energías.
Me desperté increíblemente temprano, el sol estaba tan brillante. Me vestí muy rojita, me arreglé tanto, por los nervios, no sé, pero si recuerdo que estaba sonriendo, que andaba muy positiva por la vida, porque quería creer que aun podíamos salvar lo de docu.
Sonó mi celu, a las 7 am. Mi celu nunca suena a esa hora, menos por una llamada, menos por una llamada de mi papá.
Pero me pareció normal, porque había dicho que llamaría para saber si me sentía mejor. Así que le contesté muy contenta para que supiera que estaba bien, que no se preocupara. El problema es que su voz no estaba alegre como la mía. Y con el poco tacto que tiene para decir las cosas (cosa que heredé) me dijo que llamaba para decirme que mi tata se había muerto.
Recuerdo que lo único que le dije fue "me tai weviando", y empezó a contarme lo que pasó.
Fue tan repentino, tan inesperado...tan doloroso.
Pero no lloré, y eso es extraño, tanto como que pasara lo mismo cuando murió mi tío.
No sé qué mas dijo mi papá. Solo agarre mis cosas y me fui a la U, escuchando música, tratando de estar tranquila.
Llegué a la U, para variar no había casi nadie. Estaba tan inquieta, con la garganta tan apretada. Solo me senté ahí, en el balcón arriba de Odessa, con mis gafas, porque mis ojos estaban contenidos y se notaba. Como media hora después, llegó la Niko, y me abracé a ella, y ahí ya no pude dejar de llorar. Y ella no sabía qué me pasaba, y yo no podía hablar. Pero le dije al final, solo para poder bloquearlo hasta que termináramos lo del docu.
En la sala de edición solo vimos eso, las pantallas, los personajes, y si, eso ayudó, en formas distintas. Salimos un rato a que la Niko fumara, y dejamos a la Geily arreglando el docu. Llamé a mi mamá, y no supe como decirle, no me acuerdo cómo le dije, pero si que ella estuvo tan mal como yo, porque si hay algo que nunca cambió a pesar de las cosas pasadas, era el amor que las dos le teníamos a él.
Mas tarde vi a la Conny, y como siempre, ahí estuvo siendo la persona más suave del mundo conmigo. Me fue a comprar chocolates y frutillas, y en la tarde me distrajo llevándome a Provi.
Mientras presentaban los documentales, no podía concentrarme en eso, claramente hubo algo mas importante. Supe que todo había salido mal, que era probable que nos echáramos taller, pero me importaba tan poco...
Lo único que daba vueltas en mi cabeza, eran los tangos, sus tangos. Él los amaba, los escuchaba conmigo cuando lo acompañaba a comprar en el auto. Recuerdo sus chistes fomes (sip, igual que los míos) y recuerdo cómo me reía. Porque no hay nadie mas divertido que él, con sus historias, con sus trabalenguas.
Me llamaron tantas veces desde Temuco, mi mamá, mi papá., mi tía. Y si, me hirió que me dijeran que era la única que faltaba allá. Me dolió saber que no podía ir, peor aun cuando todo era por la prueba de montaje del día siguiente, que habría dado lo mismo de saber que de hecho sí me eché taller.
Fue tan frustrante no ir. Debe ser por eso que me ha costado tanto asumir que realmente no está, porque ir a su tumba, hablarle y dejar la rosa roja, no fue despedida. Porque llevar conmigo el anillo que me regaló, lo hace estar tan cerca de mí, haciéndome reír, disfrutando de ser tan cercana a él como solo lo he sido yo y Cristóbal. Y eso extraño, porque cuando Cristóbal me tomó de la mano por primera vez y me dijo "manah? vamoh?" notó que tenía el anillo puesto, y lo agarró, cómo si supiera de donde venía, lo miró de una forma tan extraña.
Puede que lo sienta presente por cosas tan random como que tengo su grupo sanguíneo, o que tenemos las mismas iniciales (RS), o que recuerdo haberlo escuchado tantas veces. Y duele aun pensar que por atados extras lo haya dejado de ver tanto, porque él fue mi único tata, el unico que conocí, el unico que estaba ahí de esa forma, recordandome que yo era su única nieta mujer, que era su nieta mayor, que me agarraba pal weveo, que me decía que me quería justo antes de irme.
Es irónico que ahora esté haciendo un documental del abuelo de uno de mis compañeros, que su abuelo haya muerto el año pasado, que haya sido tan gracioso como mi tata, que sea de Temuco, que haya trabajado en mecánica. Debe ser por eso que me involucré tanto, debe ser algo asi como hacer lo que no hice antes.
Pero me aterra que lleguen estos días. Porque pasó tanto, porque no quiero que este docu quede mal, porque me da miedo respecto a aprobar.
Pero me da más miedo pensar en estos días, cuando pensaba que tendría a mi tata tanto tiempo a mi lado, que siempre podía ir a verlo, aunque nunca lo hacía. Y derrepente ya no estuvo, derrepente terminé de saber que todo estaba mal, que nada en ese año iba a hacerme bien.
Tengo miedo porque puedo ser fuerte, pero no quiero ponerme a prueba, no de esa forma, no de nuevo.
Tengo miedo porque sé que lo amaba tanto, y que perdí tanto tiempo, que mi afán de reprimirlo todo no me dejó hacérselo saber en el último tiempo. Y que ese mismo afán no me deja hasta ahora pensar en él sin sentirme vacía porque ya no está y no puedo entender que sea así...
lunes, noviembre 30, 2009
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1 comentario:
Cuida tu ortografía...Hace tan feo una falta entre tan bellas palabras...¡perdona!
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