sábado, agosto 12, 2017

No llorar

Estaba intentando recordar la última vez que lloré, y por un instante no pude.
Recordé de pronto el preciso momento y razón en que me ahogué de tanta lágrima,
porque habían roto mi espíritu.
En mi mente, las llanterías suelen ser por momentos personales y emocionales,
pero descubrí una nueva clase de dolor:
Cuando te das cuenta que tu ideal de mundo, de comportamiento, de importancia al honor, no sirven.

El idealismo incurable siempre fue un problema, uno que de adolescente empeoró.
Pero creí que al crecer, iba a aprender a adaptarme al funcionamiento del mundo.

La realidad es que no existe un mundo en que se haga honor a la palabra.
No existe el respeto por las labores ajenas.

Cuando de alguna forma cada acción está involucrada a la pasión,
a la creatividad, el golpe de realidad amarga es similar a que te rompan el corazón.

Y ahí las lágrimas por asuntos en los que yo no creía que existía el dolor,
asuntos que la gente parece no entender que me duelan.

Y de ahí nada, ni risas profundas, ni dolor intenso, ni una sola lágrima más.

Me pregunto donde están, cuándo decidirán volver, qué pasará para que aparezcan.
Y mientras sigo intentando encontrar la forma de eliminar la angustía que están enterrada,
que no se expresa, que no  logra salir.

Está ahí tranquila y acumulada, temiendo el tener que aguantar otro corazón roto, otro ideal perdido, otro espíritu quebrado, para poderse dejar salir.

¿Dónde están las lágrimas cuando más se le necesitan?

jueves, mayo 08, 2014

Nada

Siento que no tengo nada.
Nada de lo que quiero,
nada de lo que he intentado conseguir,
nada de lo que se supone que llegaría.

Pero de pronto noto algo diferente
la calma, la alegría, esa sensación de que,
de alguna forma,
todo está bien.

Y si teniendo nada de lo que quiero, me siento feliz
Supongo que en el fondo, lo tengo todo.

domingo, junio 16, 2013

Es el día...

Si aun no llega a mi el sueño, si permanezco en el estado ausente pero despierta, ya sé cómo irá todo hoy.
No iré a dormir, comeré algo que no me gaste tiempo, ese que tengo de sobra.
Saldré al parque con los oídos tapados de música.
Veré el verde por todos lados, el cielo despejado.
Las familias disfrutando del espacio, de tenerse.
Los padres celebrando su día, jugando con sus niñitas.
Y me va a dar pena, y ganas de llorar...como siempre.

Pero encerrarme aquí tampoco evitará que vuelva la misma sensación de cada año.
Hay algunas cosas en las que nunca aprenderé a crecer.

lunes, junio 03, 2013

Ilusa

Cuando era niña, me gustaba creer que mientras uno se esforzara por hacer las cosas bien, cosas buenas vendrían.
Que mientras uno creyera en que todo estaría bien, así sería.
Que no importaba lo que pasara, uno debía hacerlo todo por las personas que ama, porque así ellos comprenderían la clase de amor que uno sentía.

Pero también desde esos años, me he quedado atrás en las cosas que creí lograr.
Se me cayeron mil veces las ilusiones de las que tan convencida estaba, porque era solo eso, ilusión.
Y nunca funcionó eso del todo si se amaba a alguien, porque una y otra vez vi a la gente irse.
Porque vi una y otra vez alejarse a la persona por la que más cosas me callé, a la que más le aguanté todas las veces en que me dejó.


Las últimas semanas han sido horribles, pero es probablemente mi culpa.
De pronto dejé de tener toda mi fuerza y me siento quebrada, en todos los sentidos de la vida.
Han pasado demasiadas cosas malas, cosas tristes, y las que parecen ser felices, se mueren demasiado pronto. Literalmente, en algunos casos.

Y también estaba ese otro rincón que a ratos se me escapa. Ese donde veo que no sirvo de nada ante alguien que adoro. Que solo me duele todo lo que dice, todo lo que hace, porque me cuesta demasiado confiar en que durará.
Quizá porque nunca, en todos los años que llevo de vida, ha durado.
Y es curioso escuchar a alguien decir que te quiere, que te extraña, que eres todo en su vida, pero ser incapaz de sentirlo.

Siempre que pasa el tiempo y logro encerrar la eterna duda, tengo que volver a lo mismo, y me recuerda eso. Y lo traspasa a todas las demás partes de mi vida, a todas las demás relaciones, de cada tipo posible.

No sé de donde sacar de vuelta mi fuerza, estoy cansada, de todo. Y no sé cómo quitarme la pena constante que siento.

Why can't I be good enough?

lunes, mayo 13, 2013

El último borrador

Escribí acelerada, las manos, la respiración, el corazón.
Y estaba feliz
De esa felicidad repentina que se esfuma con la misma facilidad que llega.
Y lo guardé, pensando que no debía enviar arrebatos de felicidad en momentos aun inciertos.
Días después lo leo, y lo leo, y lo leo.
Y cada palabra se llena más de significado y de pura realidad.
Pero parece que la felicidad repentina ya no quiere aparecerse,
prefiere ser reemplazada por la eterna incertidumbre y el miedo.

Al parecer no hay sentimiento hermoso en mi, sin que el miedo lo opaque todo.