domingo, junio 16, 2013

Es el día...

Si aun no llega a mi el sueño, si permanezco en el estado ausente pero despierta, ya sé cómo irá todo hoy.
No iré a dormir, comeré algo que no me gaste tiempo, ese que tengo de sobra.
Saldré al parque con los oídos tapados de música.
Veré el verde por todos lados, el cielo despejado.
Las familias disfrutando del espacio, de tenerse.
Los padres celebrando su día, jugando con sus niñitas.
Y me va a dar pena, y ganas de llorar...como siempre.

Pero encerrarme aquí tampoco evitará que vuelva la misma sensación de cada año.
Hay algunas cosas en las que nunca aprenderé a crecer.

lunes, junio 03, 2013

Ilusa

Cuando era niña, me gustaba creer que mientras uno se esforzara por hacer las cosas bien, cosas buenas vendrían.
Que mientras uno creyera en que todo estaría bien, así sería.
Que no importaba lo que pasara, uno debía hacerlo todo por las personas que ama, porque así ellos comprenderían la clase de amor que uno sentía.

Pero también desde esos años, me he quedado atrás en las cosas que creí lograr.
Se me cayeron mil veces las ilusiones de las que tan convencida estaba, porque era solo eso, ilusión.
Y nunca funcionó eso del todo si se amaba a alguien, porque una y otra vez vi a la gente irse.
Porque vi una y otra vez alejarse a la persona por la que más cosas me callé, a la que más le aguanté todas las veces en que me dejó.


Las últimas semanas han sido horribles, pero es probablemente mi culpa.
De pronto dejé de tener toda mi fuerza y me siento quebrada, en todos los sentidos de la vida.
Han pasado demasiadas cosas malas, cosas tristes, y las que parecen ser felices, se mueren demasiado pronto. Literalmente, en algunos casos.

Y también estaba ese otro rincón que a ratos se me escapa. Ese donde veo que no sirvo de nada ante alguien que adoro. Que solo me duele todo lo que dice, todo lo que hace, porque me cuesta demasiado confiar en que durará.
Quizá porque nunca, en todos los años que llevo de vida, ha durado.
Y es curioso escuchar a alguien decir que te quiere, que te extraña, que eres todo en su vida, pero ser incapaz de sentirlo.

Siempre que pasa el tiempo y logro encerrar la eterna duda, tengo que volver a lo mismo, y me recuerda eso. Y lo traspasa a todas las demás partes de mi vida, a todas las demás relaciones, de cada tipo posible.

No sé de donde sacar de vuelta mi fuerza, estoy cansada, de todo. Y no sé cómo quitarme la pena constante que siento.

Why can't I be good enough?

lunes, mayo 13, 2013

El último borrador

Escribí acelerada, las manos, la respiración, el corazón.
Y estaba feliz
De esa felicidad repentina que se esfuma con la misma facilidad que llega.
Y lo guardé, pensando que no debía enviar arrebatos de felicidad en momentos aun inciertos.
Días después lo leo, y lo leo, y lo leo.
Y cada palabra se llena más de significado y de pura realidad.
Pero parece que la felicidad repentina ya no quiere aparecerse,
prefiere ser reemplazada por la eterna incertidumbre y el miedo.

Al parecer no hay sentimiento hermoso en mi, sin que el miedo lo opaque todo.

martes, mayo 07, 2013

El abrazo no podía significar otra cosa


Hay una razón por la que siempre me gustaron tus abrazos, eso, tus brazos. Siempre firmes, fuertes, capaces de sostenerme y de llenarme en la fantasía de que todo iría bien, siempre que estuvieras allí para envolverme.

Los años fueron útiles, enseñándome las distintas formas que tenías de poner tus brazos sobre mí:
Cuando me tomabas por sorpresa de la espalda, queriendo hacerme rabiar mientras trabajaba.
O las veces en que con un brazo me aferrabas, mientras tu otra mano acunaba mi cabeza en tu hombro, sabiendo que estaba derrumbándome en ti.
Me gustaban los fugaces, esos  de cuando nos encontrábamos y me elevabas del suelo, en un mudo gesto de felicidad. Y yo reía pidiendo que me bajaras, no queriendo realmente que alguna vez me dejaras ir.
Los días difíciles, esos donde ya no dabas más, te sentabas, tirándome cerca para abrazarte a mi cintura, tranquilizándote con el latido de mi corazón en tu oído.

Siempre dijiste tanto con cada gesto, y tan poco con palabras. Pero siempre fue tan fácil leerte, porque eras una persona sincera, como tu sonrisa, como tu mirada.

Y por eso aquel día lo supe con certeza.

Mientras seguías felicitándome por mi viaje, ahí esperando que llamaran a abordar. Aun cuando no podías estar más orgulloso de que cumpliera un sueño y me fuera al lugar que siempre deseé para vivir, entendías tanto como yo que era la última vez que estaríamos así, que nos miraríamos a los ojos sabiendo que éramos la parte que completaba al otro, que aun si volvíamos a vernos más adelante, quizá ya no seríamos los mismo.

Entonces fue tiempo de irse, y me abrazaste, de una forma en que nunca lo habías hecho antes, pero no fue difícil saber qué significaba este nuevo abrazo. Allí tu y yo guardando en un último instante, todo lo que existía, todo lo que sentíamos, pero sabiendo que existía mucho más por vivir, que solo lo que compartimos.

miércoles, abril 17, 2013

Nada en vano

Yo solía creer que las cosas pasaban para darte una lección y hacerte crecer como persona.
Ahora veo que hay cosas que pasan para mostrarte que quizá nunca se irán.
Solo que de todas las cosas en el pasado, todas las hermosas...
Esta no pensé que regresaría.

miércoles, marzo 13, 2013

Ser lo que es (o lo que hay)

Porque ser lo que uno es, implica asumir la responsabilidad de cada palabra, de cada acción.
Porque a veces están todas las ganas de comportarse a la altura, y uno solo quiere correr a esconderse y no ver lo que está pasando.
Y no sé, supongo que todo sí tiene su razón de ser.
Que dentro del miedo, del dolor, de las pérdidas, siempre queda lo bueno, lo lindo y puro que ganaste por ser capaz de ser y hacer lo que cada uno es.

Aunque ahora me pregunto si lo bueno, alguna vez, será más importante que lo malo. Que parece siempre ganarse el premio al recuerdo más grande.

viernes, febrero 22, 2013

Abusando de las propuestas con "Anna Karenina" & "Les Misérables".


No, no es un ensayo. No, no es un análisis profundo y detallado en asuntos cinematográficos de mi parte. Es solo que estas dos películas me dejaron tan con la boca abierta, y reclamando tanto por otro lado, que creo que no podré parar hasta que me saque del sistema sus tremendamente arriesgadas propuestas.

Partamos por orden.

"Anna Karenina"



La vi primero, le tenía menos fé que a Les Misérables, porque es un libro gigantesco, y por mucho que Joe Wright sea maravilloso adaptando libros, como hizo con Pride&Prejudice y Atonement, aplausos, ambas, Anna Karenina está a otro nivel de adaptación.

Y Wright, para ponerle aun más color, hizo una propuesta de puesta en escena del que la mayoría de los directores correría espantado ante lo ambicioso y complicado.

Es un teatro, con todo, las escenas ocurren en el mismo escenario y las paredes suben y bajan, los personajes se cambian de un ropaje a otro, y pasamos de un tren que juguete con el que el hijo de Anna se entretiene, al interior del tren donde viaja al lugar donde conocerá a su futura desgracia. Sí, desgracia.

No comprendo como le han tirado tanto tomatazo a la película, si lo que ese hombre hizo es una creación maravillosa, hablando aun de puesta en escena. Y aquí es donde me quejo al infinito y más allá.

Amé la película en su puesta en escena, me mareó con facilidad, pero la amé, porque era una fantasía maravillosa, utilizando tan bien todo lo que le robó al teatro, y obviamente, la maestría de Joe Wright para hacer unos planos secuencia soberbios. Él es el rey y que nadie lo discuta.

Pero se descuidó, se notó demasiado. Los personajes, sobre todo los protagonistas, no dieron en el clavo. Amo a Keira Knightly, de verdad, es seca, es ruda, es talentosa, puede hacer el personaje que sea y lo hace bien. Pero Anna no lo hizo bien. Pareció cualquier cosa que hizo en rato de ocio, y si vamos a sus anteriores colaboraciones con el director, Lizzy y Cecilia están años luz de lo que fue Anna. ¿Por qué Keira? No quería ver a una Anna sin explicación a su actitud patética y que le creyéramos la mitad de su amor por su estúpido y sensual amante.

El estúpido y sensual amante me lo ahorro. Era lindo, ningún otro aspecto que me interese.

Matthew Macfadyen, hasta panzón y mujeriego lo amo. He visto solo películas donde él es serio, lo adoré haciendo la parte cómica de tan trágica historia. También fue curioso verlo bailando con Keira, como hermanos, comparándolo al baile entre ellos cuando fueron Lizzy y Mr. Darcy. Y a Joe Wright se le siguen dando las escenas de bailes.

Rescataré a alguien que nunca creí rescatar: Jude Law.

Él es para mi, algo parecido a Brad Pitt, rico, pero no de mi gusto, que es imposible desligarlo de su ricura, a la hora de evaluar sus actuaciones, porque es lindo, punto. Pero aquí, bien caracterizado, me saqué de encima ese prejuicio y amé su Karenin, él se robó mi corazón en su forma buena y correcta de ser. Es el hombre mas aburrido del mundo, pero me da igual, porque lo logró y hasta odié a Anna y Vrosky por hacerlo sufrir.

Sin embargo, me pasa como me pasa siempre, me importa un carajo lo que se supone que debería importarme como cineasta, que es similar a cuando leo algo. Obvio que debe estar bien hecho, pero la perfección en forma no es lo que llega a darme cosquilleos en el corazón, y creo que aquí la puesta en escena teatral que todos odiaron, es lo que me hizo amar Anna Karenina.

Mentira, amé a Joe Wrght. Como siempre.


Les Misérables.



Demoré en verla, porque mi dealer de películas y comentarios, le cargó. Entonces me daba flojerita verla.

Hugh Jackman is huge!!!

Me cae bien él, desde siempre, pero noto de pronto que es el tremendo actor, que le creo todo, sufro con él, lloro con él, rompo a arañazos cosas con él (Wolverine, duh).

La mirada que le lanza Jean Valjean a Javert es fuertísima y le amé, aun cuando para ese rato de la película, tan inicial, no tenía idea si soportaría que las dos horas y media fueran cantadas. Broadway haciéndo de las suyas en una película.

Faltó mucho del libro, pero se entiende, es como si hicieran, y ojalá algún día la hagan, y que sea Joe Wrght, una de la Divina Comedia, hard as hell. Pero Jean Valjean (qué suena exquisito en voz de Hugh Jackman) nos hace ver toda su debilidad, la eterna caída, su esperanza también, tan fuerte en su lazo con Cosette, aunque le faltó también mucho desarrollo a su relación padre/hija.

Anne Hathaway deberían tener un altar, por salir unos minutos en la película y robársela entera con una canción. "I dreamed a dream" me mató, terminé llorando con ella y sufriendo por su cruel destino, ahora comprendo todo. Anne es una actriz maravillosa, la amo, tanto como a Keira, y Natalie, y Kate, y Cate, y muchas más que no recuerdo. Pero Fantine fue tan desgarradora, tan demacrada, tan caída. Todas esas cosas que hacen a mis ojos, a un personaje muy rico e interesante.

Momento random: por un instante me dió risa que Gladiator persiguiera a Wolverine mientras huía con la hija de Catwoman.  Fin del momento random.

Hablando de Gladiator, Russell Crowe pudo hacerlo mejor, no pude convencerme de Javert, era malo y todo y bien, pero Russell da para mucho más. Similar a lo que sentí con la Anna Karenina de Keira Knightly.

Cosette me causa conflicto. De niña es la esperanza, quizá la única en la película. Es la base donde se mueven Jean Valjean y Fantine, pero creo que al crecer se desvanece un poco. O quizá dejé de adorar tanto su figura de última esperanza pura y casta, cuando apreció Epónine adulta. ¿Será el aura de Cosette enviando ondas de bien y esperanza hacia Marius? Porque vi a Epónine ayudarle, morir por él, luchar junto a los suyos y escapar de todo lo que pudo ser, siendo sus padres quienes eran. Y es otra más que cae, como la gran mayoría. La vida parece que no es justa si juegas a ser lo que no se supone que debas ser.

Gavroche <3>

Y el canto: Sí, es demasiado, hay textos que se habrían disfrutado mucho más al ser dialogados, que cantados, pero no creo que sea tan problemático, al final uno se introduce en la dinámica en que hasta esturnudarás en una melodía. No es tan terrible tampoco.

Y aunque parecía que grabaron demasiadas escenas y no querían dejar ningún plano fuera, metiendo a veces en exceso, el montaje me da un poco lo mismo. Siento que todo se resume al final, cuando Jean Valjean está muriendo, él llorando, Cosette llorando, Marius llorando, yo llorando.

El que la vida sea miserable no significa que no tenga sus momentos llenos de maravillas. Aun si no funcionan las cosas, aun si al final mueres. Hay algo bueno dentro de todo.


Y ahora me quedé pegada en París, y su contraste actual con el de aquellos años. Pero eso será en un próximo capítulo, por el mismo canal.

viernes, enero 11, 2013

Millones de defectos

Tengo la manía de recordármelos constantemente, para no olvidar lo impecfecta que soy.
Creo que todo lo que he creado en la vida, está mal hecho.
Mi autocritica es destructiva
Mi optimismo es iluso
Mi sentimentalismo hace demasiado fácil que me rompan el corazón
Creo que todo lo que ocurre es mi culpa
Asumo responsabilidades que no me corresponden
Soy una maniática controladora.
Quiero demasiado.
Cuando tengo el demasiado, no lo quiero, porque temo perderlo.
Hiero a la gente en medio de mi intento porque no me hieran primero
Soy asquerosamente desconfianda
No tanto como asquerosamente honesta
Soy extremista
Me siento sola todo el tiempo
Pienso firmemente que nadie tiene que aguantar las cosas que me ocurren
Creo que puedo hacerlo todo sola
Tengo pánico de no hacer las coas bien
Tengo aun más pánico de perder a la gente que quiero
Me lo guardo todo, todo, todo, hasta explotar.
Creo que no soy suficiente para nada, ni nadie.
Me cuesta demasiado hacer una lista de mis virtudes

miércoles, enero 02, 2013

No lo suficiente.

Dar los paseos más largos, por los lugares más hermosos.
Conversar de las cosas más guardadas, las siempre escondidas.
Ver las películas más románticas, en el mejor cine.
Bailar las canciones más emotivas, las más certeras.
Abrazarnos hasta el infinito, una y otra vez.
Darnos los besos más dulces, los más intensos.
Ser parte del otro con tanta necesidad, tan ajenos a todo.

Y al final ver que todo lo que uno creía necesario, no es suficientemente bueno.
Otra vez, y otra vez