Porque ser lo que uno es, implica asumir la responsabilidad de cada palabra, de cada acción.
Porque a veces están todas las ganas de comportarse a la altura, y uno solo quiere correr a esconderse y no ver lo que está pasando.
Y no sé, supongo que todo sí tiene su razón de ser.
Que dentro del miedo, del dolor, de las pérdidas, siempre queda lo bueno, lo lindo y puro que ganaste por ser capaz de ser y hacer lo que cada uno es.
Aunque ahora me pregunto si lo bueno, alguna vez, será más importante que lo malo. Que parece siempre ganarse el premio al recuerdo más grande.
miércoles, marzo 13, 2013
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