viernes, febrero 22, 2013

Abusando de las propuestas con "Anna Karenina" & "Les Misérables".


No, no es un ensayo. No, no es un análisis profundo y detallado en asuntos cinematográficos de mi parte. Es solo que estas dos películas me dejaron tan con la boca abierta, y reclamando tanto por otro lado, que creo que no podré parar hasta que me saque del sistema sus tremendamente arriesgadas propuestas.

Partamos por orden.

"Anna Karenina"



La vi primero, le tenía menos fé que a Les Misérables, porque es un libro gigantesco, y por mucho que Joe Wright sea maravilloso adaptando libros, como hizo con Pride&Prejudice y Atonement, aplausos, ambas, Anna Karenina está a otro nivel de adaptación.

Y Wright, para ponerle aun más color, hizo una propuesta de puesta en escena del que la mayoría de los directores correría espantado ante lo ambicioso y complicado.

Es un teatro, con todo, las escenas ocurren en el mismo escenario y las paredes suben y bajan, los personajes se cambian de un ropaje a otro, y pasamos de un tren que juguete con el que el hijo de Anna se entretiene, al interior del tren donde viaja al lugar donde conocerá a su futura desgracia. Sí, desgracia.

No comprendo como le han tirado tanto tomatazo a la película, si lo que ese hombre hizo es una creación maravillosa, hablando aun de puesta en escena. Y aquí es donde me quejo al infinito y más allá.

Amé la película en su puesta en escena, me mareó con facilidad, pero la amé, porque era una fantasía maravillosa, utilizando tan bien todo lo que le robó al teatro, y obviamente, la maestría de Joe Wright para hacer unos planos secuencia soberbios. Él es el rey y que nadie lo discuta.

Pero se descuidó, se notó demasiado. Los personajes, sobre todo los protagonistas, no dieron en el clavo. Amo a Keira Knightly, de verdad, es seca, es ruda, es talentosa, puede hacer el personaje que sea y lo hace bien. Pero Anna no lo hizo bien. Pareció cualquier cosa que hizo en rato de ocio, y si vamos a sus anteriores colaboraciones con el director, Lizzy y Cecilia están años luz de lo que fue Anna. ¿Por qué Keira? No quería ver a una Anna sin explicación a su actitud patética y que le creyéramos la mitad de su amor por su estúpido y sensual amante.

El estúpido y sensual amante me lo ahorro. Era lindo, ningún otro aspecto que me interese.

Matthew Macfadyen, hasta panzón y mujeriego lo amo. He visto solo películas donde él es serio, lo adoré haciendo la parte cómica de tan trágica historia. También fue curioso verlo bailando con Keira, como hermanos, comparándolo al baile entre ellos cuando fueron Lizzy y Mr. Darcy. Y a Joe Wright se le siguen dando las escenas de bailes.

Rescataré a alguien que nunca creí rescatar: Jude Law.

Él es para mi, algo parecido a Brad Pitt, rico, pero no de mi gusto, que es imposible desligarlo de su ricura, a la hora de evaluar sus actuaciones, porque es lindo, punto. Pero aquí, bien caracterizado, me saqué de encima ese prejuicio y amé su Karenin, él se robó mi corazón en su forma buena y correcta de ser. Es el hombre mas aburrido del mundo, pero me da igual, porque lo logró y hasta odié a Anna y Vrosky por hacerlo sufrir.

Sin embargo, me pasa como me pasa siempre, me importa un carajo lo que se supone que debería importarme como cineasta, que es similar a cuando leo algo. Obvio que debe estar bien hecho, pero la perfección en forma no es lo que llega a darme cosquilleos en el corazón, y creo que aquí la puesta en escena teatral que todos odiaron, es lo que me hizo amar Anna Karenina.

Mentira, amé a Joe Wrght. Como siempre.


Les Misérables.



Demoré en verla, porque mi dealer de películas y comentarios, le cargó. Entonces me daba flojerita verla.

Hugh Jackman is huge!!!

Me cae bien él, desde siempre, pero noto de pronto que es el tremendo actor, que le creo todo, sufro con él, lloro con él, rompo a arañazos cosas con él (Wolverine, duh).

La mirada que le lanza Jean Valjean a Javert es fuertísima y le amé, aun cuando para ese rato de la película, tan inicial, no tenía idea si soportaría que las dos horas y media fueran cantadas. Broadway haciéndo de las suyas en una película.

Faltó mucho del libro, pero se entiende, es como si hicieran, y ojalá algún día la hagan, y que sea Joe Wrght, una de la Divina Comedia, hard as hell. Pero Jean Valjean (qué suena exquisito en voz de Hugh Jackman) nos hace ver toda su debilidad, la eterna caída, su esperanza también, tan fuerte en su lazo con Cosette, aunque le faltó también mucho desarrollo a su relación padre/hija.

Anne Hathaway deberían tener un altar, por salir unos minutos en la película y robársela entera con una canción. "I dreamed a dream" me mató, terminé llorando con ella y sufriendo por su cruel destino, ahora comprendo todo. Anne es una actriz maravillosa, la amo, tanto como a Keira, y Natalie, y Kate, y Cate, y muchas más que no recuerdo. Pero Fantine fue tan desgarradora, tan demacrada, tan caída. Todas esas cosas que hacen a mis ojos, a un personaje muy rico e interesante.

Momento random: por un instante me dió risa que Gladiator persiguiera a Wolverine mientras huía con la hija de Catwoman.  Fin del momento random.

Hablando de Gladiator, Russell Crowe pudo hacerlo mejor, no pude convencerme de Javert, era malo y todo y bien, pero Russell da para mucho más. Similar a lo que sentí con la Anna Karenina de Keira Knightly.

Cosette me causa conflicto. De niña es la esperanza, quizá la única en la película. Es la base donde se mueven Jean Valjean y Fantine, pero creo que al crecer se desvanece un poco. O quizá dejé de adorar tanto su figura de última esperanza pura y casta, cuando apreció Epónine adulta. ¿Será el aura de Cosette enviando ondas de bien y esperanza hacia Marius? Porque vi a Epónine ayudarle, morir por él, luchar junto a los suyos y escapar de todo lo que pudo ser, siendo sus padres quienes eran. Y es otra más que cae, como la gran mayoría. La vida parece que no es justa si juegas a ser lo que no se supone que debas ser.

Gavroche <3>

Y el canto: Sí, es demasiado, hay textos que se habrían disfrutado mucho más al ser dialogados, que cantados, pero no creo que sea tan problemático, al final uno se introduce en la dinámica en que hasta esturnudarás en una melodía. No es tan terrible tampoco.

Y aunque parecía que grabaron demasiadas escenas y no querían dejar ningún plano fuera, metiendo a veces en exceso, el montaje me da un poco lo mismo. Siento que todo se resume al final, cuando Jean Valjean está muriendo, él llorando, Cosette llorando, Marius llorando, yo llorando.

El que la vida sea miserable no significa que no tenga sus momentos llenos de maravillas. Aun si no funcionan las cosas, aun si al final mueres. Hay algo bueno dentro de todo.


Y ahora me quedé pegada en París, y su contraste actual con el de aquellos años. Pero eso será en un próximo capítulo, por el mismo canal.

3 comentarios:

Gaby Doris dijo...

Ay! yo quiero ver las y darte mi opinión... Donde las viste!!

Gaby Doris dijo...

que ria agradecerte tu lindo comentario en mi blog!!!! :)

http://yourdulde.blogspot.com/

carnet manipulador de alimentos dijo...

Hay que tener mucho cuidado con los sentimientos, saber interpretarlos, como si de música se trataran. La de la reciente adaptación de Anna Karenina, sobre el clásico de Tolstoi, a menudo suena demasiado exagerada y vacía. Me quieres, no me quieres. Eso sí, la puesta en escena es grandiosa y original, en particular las escenas de baile, te dejas llevar imaginándote que si uno fuera tan gracilmente liviano... Un saludo!!!